Por ANSA/Foto: Referencia -
El papa Francisco sostuvo hoy que la cultura digital resta oportunidades de trabajo a los jóvenes y que la Iglesia debe estar atenta para guiarlos y asistirlos, en el marco de las actuales crisis económicas.
Uno de los desafíos del presente es "la amenaza que afrontan las familias a causa de las inciertas oportunidades de trabajo por el impacto de la revolución de la cultura digital", advirtió Jorge Bergoglio a la Fundación Centesimus Annus pro Pontífice.
Se dirigió a sus miembros en el marco de la conferencia "Nuevas Políticas y Nuevos Estilos de Vida en la Era Digital", celebrada en la Sala Regia del Vaticano.
Francisco sostuvo que "las actuales dificultades y crisis en el sistema económico tienen una innegable dimensión ética".
"Están relacionadas a una mentalidad de egoísmo y de exclusión que generó en los hechos una cultura del descarte, ciega respecto de la dignidad humana de los más vulnerables", afirmó.
Subrayó que esto es visible "en la creciente globalización de la indiferencia frente a los evidentes desafíos morales que la familia humana debe afrontar".
"Pienso especialmente en los múltiples obstáculos para el desarrollo integral de tantos hermanos y hermanas nuestros, no solo en los países más pobres a nivel material sino también, cada vez más, en medio de la opulencia del mundo desarrollado", apuntó.
No menos importante, agregó, son "las urgentes cuestiones éticas relacionadas con los movimientos migratorios mundiales".
Por todo ello, Francisco exhortó a los presentes a compartir sus "conocimientos y experiencias" para "transmitir la riqueza de la doctrina social de la Iglesia e intentar formar las conciencias de los líderes políticos, sociales y económicos".
"Los aliento a perseverar en este compromiso, que contribuye a construir una cultura global de justicia económica, de igualdad y de inclusión", remarcó. En ese sentido, sostuvo que es esencial no perder de vista el camino de la fe. "Muy a menudo se da una trágica y falsa dicotomía -análoga a la fractura entre ciencia y fe- entre la doctrina ética de nuestras tradiciones religiosas y los intereses prácticos de la actual comunidad de los negocios", advirtió Bergoglio. Sin embargo, afirmó que existe "una circularidad natural entre el beneficio y la responsabilidad social: hay, de hecho, un nexo indisoluble (...) entre una ética respetuosa de las personas y del bien común y la real funcionalidad de todo sistema económico y financiero".
Tras reflexionar sobre estas cuestiones, volvió a llamar la atención sobre su incidencia en el futuro de los jóvenes.
"Como lo evidenció el recorrido de la preparación del Sínodo sobre la Juventud de este año, este es un ámbito decisivo en el cual la solidaridad de la Iglesia es efectivamente necesaria", señaló. "Vuestra contribución -dijo dirigiéndose a los integrantes de la fundación- es una expresión privilegiada de la atención de la Iglesia para el futuro de los jóvenes y de las familias".
Según el Papa, esta cuestión es de relevancia mundial, por eso, en esta actividad, "la colaboración ecuménica es de especial importancia".
En ese contexto, destacó la presencia del Patriarca Bartolomé de Constantinopla en la conferencia, lo cual significa, dijo, "una señal elocuente de la responsabilidad común".
Ya en el tramo final de la conferencia, el pontífice subrayó que "la dimensión ética de las relaciones sociales y económicas no puede trasladarse a la vida y a la actividad social desde el exterior, sino que debe surgir desde el interior". "Este es, naturalmente, un objetivo a largo plazo, que requiere el compromiso de cada persona y de cada institución en el seno de la sociedad", concluyó.
