El agua es vital para la vida. Sin embargo, a la pequeña Ivy Angerman, de 18 meses, cuando este elemento entra en contacto con su delicada piel le provoca graves irritaciones, e incluso sus propias lágrimas le lastiman la epidermis. Su madre espera que su pequeña hija pueda aprender a manejar sus emociones sin llorar.
A la niña de Minnesota, Estados Unidos, recientemente le diagnosticaron la enfermedad poco frecuente urticaria aquagenic (AU), que generalmente se desarrolla durante la pubertad. Por eso, los médicos creen que Ivy puede ser la persona más joven en haber sido diagnosticada con este trastorno.
“Pensé, ¿alguna vez podrá ir a la guardería?”, dijo la madre de Ivy, Brittany Angerman. “¿Alguna vez podrá ir a la escuela pública?, ¿Va a poder ir alguna vez al océano?”, se preguntó y agregó: “Sólo espero que algún día pueda beber agua y poder vivir una vida algo normal”.
“Voy a tener que enseñarle a no llorar y tratar de ocultarlo o sacarlo de alguna otra manera”, dijo. “Es realmente difícil, me rompe el corazón, todo eso me molesta”, confesó la madre.
Debido a que la UA es tan rara, existe poca información sobre la efectividad de los tratamientos para la afección. De hecho, menos de 100 casos han sido reportados en la literatura médica, según un reporte de caso en Annals of Dermatology.
El Debate
