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Los saqueos que se suscitaron el pasado martes originaron una serie de polémicas entre las diversas ideologías políticas de los deltanos, ya que para algunos fue considerado comoun acto vandálico y,para otros se trató deuna protesta por la falta de comida.

Si se entiende el vandalismo como la destrucción voluntaria, total o parcial, de la propiedad pública o privada.Podría considerarse que el daño de una instalación bancaria, o romper el vidrio de un local vació, no llenará el estómago, aunque también se alegaque símedio llena el bolsillo para comprar comida.

Sin embargo, los actos vandálicos carecen de respeto mutuo perdiéndose por completo el civismo, debido a que sus acciones parecen señalar que a nadie le importa sus consecuencias, o quien salga perjudicado en el proceso, como es el caso de los pequeños comercios, espectadores o dela comunidad deltana en general.

Por otra parte, el vandalismo también puede considerarse una forma de protesta social. Por lo cual, ver a la multitud clamando por comida, quejándose del maltrato impartido por las autoridades y exigiendo la presencia de sus gobernantes (ver video). Puede sembrar una disyuntiva de la cual, en realidad, muchos actuaron por represión, otros por conveniencia y otros tantos por malicia.

Finalmente a cada quien le afectará de una manera distinta, unos perdieron su capital, todos un buen local para comprar, entre otras cosas. Igualmente algunos se sentirán recompensados, con la cena de ese día, un litro de cloro para limpiar, o así fuese con la mínima atención momentánea de los medios de comunicación.

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